Autenticidad

IMG_20170529_123222_794
Sé auténtico

 

En todas mis charlas (prefiero llamarlas conversaciones, pues hago uso del debate como única herramienta) dedicadas a la búsqueda de empleo, parto siempre de una premisa muy importante a la hora de afrontarla, y es que en materia de Selección de Personal, dos más dos raramente va a resultar cuatro. Me explico.

En un proceso de selección de personal, como en cualquier proceso en el que haya personas involucradas, hay una serie de variables que son muy difíciles de controlar, no sólo para los candidatos, si no también, incluso, para los propios reclutadores. Estas variables están siempre en mayor o menor medida relacionadas con las emociones, las sensaciones, las percepciones, los estados emocionales, los valores, etc… En definitiva, variables que forman parte de las personas y que en su conjunto, conforman nuestra forma de ser, habiendo por tanto, tantas formas de ser como personas hay en el Mundo.

Lo expuesto anteriormente significa que, por mucho CV que envíes, por muchas entrevistas que hagas, por muchos contactos que consigas, si a la hora de la verdad, en una entrevista (algo difícil de conseguir), tienes un mal día, por el motivo que sea, un reclutador no “te va a ver”, y por tanto no te seleccionará aunque seas el candidato perfecto. Por el contrario, puede pasar que, por muchas entrevistas que hagas, por muchos contactos que consigas, si a la hora de la verdad, en la entrevista, el reclutador tiene un mal día, al igual que en el caso anterior, no “te va a ver”, aunque seas, igualmente, el candidato perfecto. Esto pasa.

Hay que tener en cuenta que, cuando se está en plena búsqueda de empleo, se dan determinadas situaciones en la que los nervios nos pueden traicionar, cuando nos llaman, cuando nos entrevistan, cuando realizamos determinadas pruebas, etc… Los reclutadores sabemos perfectamente, porque también hemos estado en “el otro lado”, que es normal estar nervioso, pues se trata de una situación muy importante, como es obvio, la de tener la posibilidad de acceder a un trabajo.

Teniendo en cuenta esta situación de nervios y de cierta tensión que nos generan los procesos de selección, sobre todo cuando nos interesa mucho el puesto o, cuando necesitamos el trabajo de manera urgente, se trata de saber gestionar ese estado de presión.

No voy a explicar  en este artículo las técnicas habidas y por haber para gestionar este tipo de situaciones, primero porque no a todos nos sirve lo mismo y segundo porque no creo en muchas de ellas. Sí quiero poner el foco en el aspecto que, en mi caso, más valoro en un candidato, y es la autenticidad, la naturalidad. Leemos y escuchamos por distintos medios los típicos consejos de cómo responder a determinadas preguntas, cómo debe ser tu gesto durante la entrevista, cómo debes sentarte, etc… Sí, es importante tenerlo en cuenta, pero no debemos hacer caso a aquello que nos haga actuar de manera forzada, aquello que nos obligue a aprender un “guión” y soltarlo como un loro en la entrevista, aquello que nos haga quedarnos en blanco o en fuera de juego, cuando la entrevista no va por los derroteros que habíamos previsto. No se trata de decir o hacer lo que el reclutador quiere oír o ver, se trata de ser como tú eres, se trata de sentirte cómodo contigo mismo. Donde hay que poner el foco es en actuar como eres y en hablar como normalmente hablas, dentro de unos parámetros de seriedad y conducta que toda entrevista de trabajo requiere, pero sin resultar forzado. Cuando una persona actúa como es, la información que reciba el reclutador será más veraz y más completa y,  en definitiva, más auténtica.

No obstante, una vez salvada esta circunstancia, aún así puede que no seas el candidato adecuado (recuerda, en estos temas, dos y dos no siempre dan cuatro), pero al menos has sido tú, has puesto todo lo que dependía de ti, en el asador.

Autor: Antonio Guerra

Consultor de #RRHH y Empresas en @talento_local, Conocimiento, Desarrollo, PERSONAS

Deja un comentario